Opinión, TOP

«El Panóptico»: LA APOLOGÍA ANACRÓNICA DE LA CULTURA ESTADOUNIDENSE

Los frecuentes tiroteos en Estado Unidos dejan sin vida a muchas personas. 

 

Jhonny Alexis Lizcano L.

Indignación, estupor y asombro podrían ser los calificativos más moderados, con los cuales describimos lo sucedido recientemente en el Capitolio del Estado de Tennessee. En donde el órgano legislativo votó a favor de un proyecto de ley, que pretende la autorización del porte de armas a profesores, directivos y personal educativo en los recintos escolares. – Toda una apología creíble y consistente, solo en el mundo inverosímil y anacrónico de la cultura estadounidense -.

Y aunque a criterio de la mayoría de los legisladores republicanos que aprobaron la iniciativa, como respuesta tacita y directa al mortal tiroteo acontecido hace un año en una escuela de un suburbio a las afueras de Nashville, en el Estado de Tennessee. Que dejó como resultado el asesinato de 6 personas, entre ellos 3 menores de edad. Deja entrever que los argumentos con los cuales fue aprobada la ley, son aún más peligrosos y violentos que los mismos hechos que motivaron la creación y aparición de la norma.

Pues resulta inconsistente desde una noción democrática, participativa y deliberativa como política pública, que la justificación de la naturaleza de la ley, sea la militarización de la comunidad educativa. Cambiando su concepción filosófica de formadores sociales y humanos críticos, al adoctrinamiento conductual y reaccionario de la violencia patriota. Que pregona la milicia, la política y el gobierno norteamericano. Es decir, que la violencia es legítima cuando es utilizada para preservar los intereses y la seguridad de un Estado. Y por consiguiente, el bienestar de la comunidad.

Lo segundo y quizás más relevante y certero. Es que esta filosofía “gringa” del patriotismo, ha sido el motor o condicionante para la validación e intervención geopolítica y bélica en el mundo a través de la historia. Desde la primera y segunda guerra mundial, la guerra de Corea, Vietnam, Afganistán, el Golfo Pérsico y gran parte del medio oriente. Solo por citar algunos ejemplos.    Todos ellos motivados sencillamente, por el poder y riqueza que representa para la cultura estadounidense el tráfico y la comercialización de armas.

Datos públicos recientes, demuestran que en las tres últimas décadas los Estados Unidos han liderado este mercado en el escenario mundial.

Según cálculos del Instituto Internacional de Investigación por la Paz de Estocolmo (SIPRI), la comercialización y venta en el exterior de armas estadounidenses entre 2013 al 2023 aumentó un 14%. Representando en la torta universal un dominio del 40% de la exportación, frente a un 33% restante que lo ocupan otros países como: Rusia, China e Israel.

Las estimaciones económicas derivadas del comercio armamentista son incalculables. En algún momento un informe de inteligencia reservado de la CIA en el 2020, llegó a indicar que la cifra podría estar superando los 531 mil millones de dólares. Alrededor de US$ 1,9 millones por mes, en  solo en el mercado legal y autorizado.

Cifra que al parecer no es suficiente para el capitalismo salvaje de las armas en Disneylandia. Y ahora, se recurre a la dotación militar y armada a un nuevo público paradigmático y disímil. Pero contradictoriamente resignado, frente a la apología anacrónica de la cultura estadounidense.