Hoy el panorama no revierte mayor diferencia. Pero si estamos como lo indica el reloj de la destrucción universal.

Jhonny Alexis Lizcano L.

En alerta máxima se encuentra el escenario geopolítico mundial, después del ataque militar de Irán a Israel el pasado fin de semana. Y sobre todo, por el interés político y económico que los aliados de ambas partes tienen (Rusia y EEUU). En pro de la soberanía y el control de oriente medio. Y por consiguiente, la explotación y comercialización del petróleo o también denominado oro negro.

«Muchos inversionistas contuvieron el aliento cuando Irán lanzó un ataque sin precedentes, con drones y misiles contra Israel, en la noche del sábado 13 de abril». Así reseño la noticia un importante medio de comunicación europeo, al registrar el impacto que el conflicto en medio oriente podría generar en el mercado bursátil y en las principales bolsas económicas del mundo. En particular, las fluctuaciones en el precio del petróleo y la comercialización energética.

Y pese a que la arremetida iraní había sido anunciada con antelación. Justificada como respuesta al ataque de su embajada en Damasco el 1 de abril, por parte de Israel. Ya la disputa o pugna entre ambas naciones había cambiado drásticamente, desde la revolución islámica de 1979. Contradictoriamente opuesta a su historia, cuando en un pasado reciente habían sido aliados estratégicos en el continente.

Pero las cosas cambiaron desde la aparición en el poder de El ayatola Ruhollah Jomeini y sus revolucionarios religiosos. Lanzando feroces críticas a Israel por su ocupación de los territorios palestinos. Implementando desde Teherán una retórica radical hacia su contradictor. Y con ello, beneficiándose de la amistad y colaboración de los países árabes. Particularmente en el negocio de la explotación y comercialización del petróleo e hidrocarburos. Aumentando su influencia y poderío regional. Con el guiño respectivo del gobierno Ruso, que ya comenzaba a filtrar su poderío con varios aliados a escala internacional.

A la par de lo anterior y mientras el conflicto crecía en la guerra civil en Líbano en 1982. Jomeini envió a miembros de la Guardia Revolucionaria a la capital libanesa de Beirut, para apoyar las milicias locales. Dando aparición a Hezbolá, que fue el resultado de dicho respaldo político, económico y militar. Hoy considerado un representante político directo de Irán en el territorio. Con un enorme respaldo económico y militar por parte de Putin.

Mientras Israel hacía lo propio con sus aliados de la OTAN. Y en particular con el respaldo estadounidense. Alcanzando un nivel superlativo en inteligencia militar y ciberseguridad. Apoyados claro está, por los recursos derivados del petróleo y la explotación de hidrocarburos que surgieron como resultado de los conflictos bélicos en Irak, Siria y Afganistán.

Hoy el panorama no revierte mayor diferencia. Pero si estamos como lo indica el reloj de la destrucción universal, a menos de 1 minuto del holocausto y la desaparición de nuestra existencia. – ojalá el cronógrafo se detenga por algún milagro o fuerza sobrenatural – . O simplemente el reloj deje de funcionar.