El apagón de Praga

Andrés Lucero C.

Praga, República Checa

Un corte de energía de gran magnitud sumió, a una considerable porción de la República Checa en la oscuridad, afectando severamente a su capital, Praga, y a diversas regiones aledañas. Aunque la causa oficial de este incidente aún se encuentra bajo investigación, las primeras hipótesis apuntan a una sobrecarga en la red de transmisión nacional, descartando tajantemente cualquier indicio de un ataque.

El Epicentro de la Falla

 El origen del problema se localizó en la subestación de Chodov, un punto neurálgico que desencadenó un corte crítico en la zona oriental de Praga. Sin embargo, la disrupción traspasó las fronteras de la capital, extendiéndose a localidades como Liberec, Ústí nad Labem, Teplice, Mladá Boleslav y Hradec Králové. Bohuslav Svoboda, alcalde de Praga, precisó que la interrupción no provino de la red de distribución local, sino de un «grave problema en el sistema de transmisión de la República Checa», sugiriendo una posible alteración de la frecuencia del sistema y fallos simultáneos en las subestaciones de Chodov y Malešice.

Impacto Paralizador

 Las consecuencias del apagón fueron inmediatas y de gran calado para los ciudadanos y los servicios públicos esenciales. El sistema de metro de Praga detuvo por completo su operación en las líneas A, B y C, y múltiples rutas de tranvías también se vieron afectadas. Los equipos de bomberos tuvieron que desplegarse en numerosas ocasiones para rescatar a personas atrapadas en ascensores. Hospitales de referencia como Bulovka y Královské Vinohrady activaron sus generadores de emergencia, garantizando la continuidad de las operaciones vitales. Además, la interrupción del suministro generó problemas en cajeros automáticos, semáforos, establecimientos comerciales y redes de telefonía móvil, alterando drásticamente el ritmo de la vida urbana.

Reacción

El operador de la red eléctrica, ČEPS, actuó con celeridad informando sobre el restablecimiento progresivo de las subestaciones de transmisión en Praga, incluyendo Malešice, Chodov, Čechy střed y Řeporyje. Por su parte, Pražská energetika (PRE), la compañía eléctrica local, aseguró que el suministro en la capital se normalizaría «muy pronto».

Karel Hanzelka, portavoz de PRE, explicó a Radiožurnál que aproximadamente un tercio del territorio de Praga se vio impactado. El inconveniente principal, detalló, residía en el «sistema de transmisión de nivel superior», lo que impedía el flujo de electricidad desde el exterior hacia Praga. Al momento de su declaración, la capital dependía únicamente del suministro proveniente de la subestación de Řeporyje.

La eficiencia en la respuesta de los operadores y la transparencia en la comunicación oficial fueron cruciales para gestionar la crisis, manteniendo a la población informada sobre la evolución de la situación y los avances hacia la plena restauración del servicio.