El ayatolá Alí Jamenei, líder supremo iraní
La tensión entre Israel e Irán ha alcanzado un nuevo nivel de agresividad retórica, con altos funcionarios israelíes señalando directamente al líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, tras el impacto de un misil iraní en un hospital al sur de Israel. Esta escalada verbal acompaña una intensificación de las acciones militares.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, no dudó en calificar a Jamenei como el «Hitler moderno» durante una rueda de prensa desde el hospital afectado en Beerseba. Katz fue contundente al afirmar que el líder supremo iraní «no debería seguir existiendo». Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), según Katz, han recibido instrucciones precisas para «lograr todos los objetivos», lo que implica que «sin lugar a dudas, este hombre no debería seguir existiendo».
Esta dura postura se alinea con la retórica reciente del primer ministro Benjamín Netanyahu, quien, en una entrevista con la cadena ABC, sugirió que la muerte de Jamenei podría poner fin al conflicto, en lugar de escalarla. El ministro Katz incluso estableció un paralelismo histórico, asegurando que si Israel hubiera existido durante la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, su ejército habría «capturado» y «eliminado» a Hitler.
El conflicto se ha intensificado con ataques israelíes sobre suelo iraní, incluyendo objetivos militares y nucleares, y una consecuente respuesta iraní con misiles y drones hacia territorio israelí. Esta dinámica de «ojo por ojo» ha llevado a ambos países a endurecer su retórica.
El presidente israelí, Isaac Herzog, visitó también el centro médico Soroka y, con un tono similar, hizo un llamado a «dar un duro golpe a la cabeza de la serpiente que se sienta en Teherán». Herzog prometió que Israel «reconstruirá todo» y demostrará «resiliencia», cambiando su destino y el de toda la región.
El ataque con misil iraní al hospital Soroka en Beerseba, aunque causó daños en un edificio, solo dejó heridos leves, dado que los pacientes y el personal habían sido evacuados a zonas protegidas. En respuesta a este incidente, el ministro Katz anunció haber ordenado a las fuerzas israelíes intensificar los ataques contra objetivos «gubernamentales» en Teherán, calificando el impacto en el hospital como un «crimen de guerra de la mayor gravedad», por el cual Jamenei «responderá por sus crímenes».
Mientras la retórica se endurece, la comunidad internacional, incluyendo a Rusia que ha advertido a EE. UU. contra cualquier «intervención militar», observa con creciente preocupación el devenir de este conflicto.