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Las Múltiples Grietas en la Relación entre Trump y Elon Musk: CHOQUE DE TITANES

«Elon no va a comprarme»: Trump . Elon Musk, dijo que era hora de «soltar la bomba verdaderamente grande», agregando luego que el hecho de que el presidente supuestamente apareciera en los archivos de Epstein era la razón por la que los mismos no se habían hecho públicos.

 

 

La aparente amistad entre Donald Trump y Elon Musk se desmorona en una incipiente «guerra», demostrando que la compleja intersección entre el poder empresarial y la ambición política es un terreno fértil para el conflicto. Ahora empieza la era de los ex amigos. 

Washington D.C., EE. UU.

La dinámica entre Donald Trump y Elon Musk, dos de las figuras más influyentes y polarizantes de la esfera pública global, ha sido cualquier cosa menos lineal. Marcada por fluctuaciones entre la aparente admiración y la acidez de las críticas públicas, su «pelea» va mucho más allá de la reciente mención de Trump en los archivos de Jeffrey Epstein, revelando un complejo entramado de ambiciones políticas, personalidades arrolladoras y un innegable choque de egos.

Trump amenazó con cancelar todos los contratos del Gobierno con las empresas de Musk, a lo que el CEO de Tesla respondió con acusaciones que ligan al presidente con el caso Epstein.

«Sin mí, Trump habría perdido las elecciones», afirmó en la red social X el fundador de Tesla y SpaceX, y hasta hace una semana administrador del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de EE.UU.

Alianzas Fugaces y Críticas Cruzadas: De la Política a los Negocios

La tensión se hizo palpable con el cambio de postura política de Musk. Tras críticas pasadas, en 2022 y 2023, el magnate tecnológico pareció inclinarse hacia el Partido Republicano, llegando incluso a sugerir un posible apoyo a Ron DeSantis para la presidencia de 2024. Este guiño fue percibido como una afrenta directa por Trump, quien no dudó en desestimar la influencia de Musk, sentenciando que «Elon no va a comprarme».

Las críticas mutuas han escalado a un nivel personal y profesional. Trump ha denostado las empresas de Musk, tildándolo de «artista de los bullshit» y sugiriendo que sus éxitos se deben únicamente a «subsidios del gobierno». Musk, por su parte, ha instado a Trump a «colgar el sombrero y navegar hacia el atardecer», argumentando que su figura genera «drama» y «distrae a Estados Unidos». Incluso ha insinuado que Trump es demasiado «viejo» para la presidencia, vaticinando una posible «edad oscura» de divisiones bajo su eventual reelección.

Twitter/X como Campo de Batalla y Diferencias Ideológicas

La adquisición de Twitter (ahora X) por parte de Musk añadió otra capa de complejidad. Aunque Musk reinstaló la cuenta de Trump, se esperaba una reconciliación que nunca llegó. Trump ha mantenido su fidelidad a Truth Social, su propia plataforma, negándose a regresar a X y privando a la red social de un «impulso» mediático clave.

Finalmente, las diferencias ideológicas y de personalidad subyacen en el conflicto. Si bien ambos poseen un carisma arrollador, Musk se proyecta como un tecnócrata y visionario del futuro, mientras que Trump encarna un populismo arraigado en la política tradicional. A pesar de sus inclinaciones libertarias, Musk ha expresado preocupación por la polarización y ha criticado a ambos extremos del espectro político, una postura que colisiona con la retórica confrontacional característica de Trump.

En síntesis, la disputa entre estos dos titanes no es un incidente aislado, sino la confluencia de ambiciones políticas desmedidas, personalidades dominantes y un choque de egos que se amplifica constantemente a través de las redes sociales, donde ambos ejercen una influencia innegable.