Música

Lucho Bermúdez: VISTIÓ DE ETIQUETA A SU TIERRA

 

 

Juan Romero Cortés

Bogotá D.C.

 

 

 

 

Lucho Bermúdez uno de los músicos latinoamericanos mas importantes del siglo XX, fue uno de los cronistas  que al lado de Villamil , Escalona y Barros han escrito a través de sus canciones la historia de los pueblos y personajes que se perpetuaron en el tiempo. Lucho fue niño prodigio, desde los 6 años después de haber aprendido los secretos de las bandas de pueblo donde fue director y componer las primeras marchas militares en Santa Marta donde vivio algunos años.

En Chiriguana  a escasos 11 años fue el director de la banda de esa ciudad . Salió de Carmen de Bolívar a los 6 años, desde los 3 quedó huérfano de padre y su mama se encargó de la educación de los primeros años. Menudito de joven empezó a soñar con dirigir una gran orquesta con  los formatos de Big Band, cuando a los 20 años dirigió la Orquesta “La No.1 del maestro Pianetta  Pitalùa .

Desde sus pasos por  Aracataca a Santa Marta, conoció en la tierra de Gabito los aires del Coronel Buendía y las mariposas amarillas mucho antes que el Novel  escribiera sus testamentos literarios, se le adelantó a Escalona y conoció en  los albores el Valle de Upar donde iba a instalar la Casa en el Aire,  pudo remontar en la Piragua de Guillermo Cubillos las caudalosas aguas del Magdalena y llegar a Bogotá y orarle al Señor de Monserrate antes que Villamil.

Se iniciaba el año 39 cuando quiso llegar a la capital del país a probar suerte con su propia Orquesta del Caribe y grabó algunas de su primera composiciones. En el año 46 viaja a Buenos Aires, allí le monta la RCA,  una  orquesta de grabación con 22 de los mejores músicos donde se destaca el maestro Armani, quien aprendería a realizar los arreglos que  Lucho le imprimía a la música colombiana donde se destacaba: La Cumbia, El Porro, El Mapalé, El Fandango, La Gaita, entre muchos otros ritmos ancestrales. Suenan internacionalmente, Carmen de Bolívar, Salsipuedes, allí le compone a los porteños el Porro Buenos Aires.  Regresa a Colombia y se instala en Medellín la capital de las grabaciones y funda su agrupación el 15 de Julio de 1.947   bautizándola  como : La Orquesta de Lucho Bermúdez , teniendo como integrante al maestro Alex Tovar, quien le cedió por primera vez su tema :Pachito E`che, para que lo estrenara en grabación.

Su gran popularidad lo lleva en el año 50 a México, donde conoce a Benny Moré   y lo incentiva a grabar música colombiana, es allí donde se encuentra con Míster Foca, “Dámaso Pérez Prado”, y Tito Rodríguez otro de los grandes del bolero. Aprovechó para grabar mas de 80 discos .  Al año siguiente viaja a Cuba por invitación del compositor de Siboney, el maestro Ernesto Lecuona, a quien le dirige la orquesta, luego se interesa por uno de los mejores músicos de la isla : Bebo Valdez , el Rey del Tropicana , quien también lo invita a dirigir su agrupación.

Conoce en la Isla a Celia Cruz que a partir de esa época  entablaría una muy buena amistad de admiración y cariño. Dura 6 meses y dirige a la Sonora Matancera, La Billos, y Los Melódicos.

Su primera esposa Leda Montes, quien le da su primogénito de nombre Luis Eduardo Antonio Bermúdez , luego se casa con Matilde Díaz con quien tiene a Gloria María , la única que siguió los pasos de sus padres , es además una importante clarinetista y musicóloga y la tercera esposa  Elba Gallo con quien tuvo a Elba Patricia y Luis Enrique .

La Gran Matilde, fue su mejor cantante en toda la historia de la Orquesta, le cantó casi el 80 por ciento de su producción, siendo señalada una de las mejores intérpretes de Latinoamérica, según los más entendidos por su color de voz y su forma de interpretar .Las nuevas generaciones no lo saben, pero hace cincuenta años era imposible hablar de Lucho Bermúdez sin asociarlo con Matilde Díaz. Y viceversa: hablar de Matilde Díaz derivaba inmediatamente en Lucho Bermúdez, uno de los compositores colombianos más prolífico.

El maestro construyó su gloria, en muy buena medida, gracias a la voz de esa cantante excelsa que conoció a mediados de los años cuarenta y que armonizaría perfectamente con la orquesta que organizaba entonces. La fusión no solo fue melódica: terminaría en un romance que duró 18 años y que dejó como fruto varios discos inmortales. Las giras, los compromisos y los fandangos hicieron inevitable la ruptura, pero ya habían pasado a la historia.

Don Lucho Bermúdez, el rey del clarinete, quien siguió  los pasos  al norteamericano:  Benny Goodman, uno de los grandes en la historia de la música contemporánea, acompañó las mejores voces de todas las épocas como: Toña La Negra, Pedro Vargas, Eva Garza y Miguelito Valdés :”Mr. Babalù”.