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LA CONTRARREFORMA A LA REFORMA A LA SALUD

La Reforma a la salud comandada por la ministra de Salud , Carolina Corcho y la contrarreforma que les hizo firmar German Vargas a los congresistas elegidos por Cambio Radical. 

 

 

 

 

 Jhonny Alexis Lizcano L.

Como una auténtica batalla campal, con tintes económicos, políticos e ideológicos; se ha convertido el debate a la Reforma a la Salud en Colombia. Al extremo radical de incentivar desde la oposición una contrarreforma a la reforma misma.

Su contexto aunque es diferentes y por naturaleza históricamente disímil al origen del término «Contrarreforma», que propició la Iglesia Católica en la segunda mitad del siglo XVI como respuesta a la Reforma Protestante de Martín Lutero, la cual promulgaba nuevos dogmas basados en el catolicismo. Tiene hoy vigencia y relación, con la nueva iniciativa que promueve el Gobierno del Presidente Gustavo Petro.

Lo primero, es que la Reforma Católica se originó en el tiempo como resultado de la Reforma Protestante que Lutero lideró, la cual propició una división en Europa entre los cristianos protestantes y los cristianos católicos. Algo similar acontecido en Colombia en la esfera política, con la llegada al poder de Petro. Materializando la profunda división y atomización política que ya se percibía entre los movimientos de izquierda y derecha en nuestro país.

Lo segundo, es que tanto la actual Reforma a la Salud promovida por el gobierno y los primeros borradores de contrarreforma, entre ellos la presentada al Congreso de la República por el Ex vicepresidente Germán Vargas Lleras. Coinciden en su accionar y propósito de poder económico y político.

Así lo dejó entrever el Presidente Petro al señalar en su cuenta de Twitter, «que el movimiento de Vargas Lleras obedece a que la Reforma a la Salud de su Gobierno del Pacto Histórico, está pisando callos de la élite del país». Recalcando que «Indudablemente, para que Germán se mueva así es porque hemos pisado una de las grandes vértebras de la acumulación de riqueza en Colombia». Finalizando su comentario, indicando que da lástima saber que dicha acumulación se hiciera a costa del erario y de la salud de los colombianos y colombianas.

Lo anterior, tiene una sustancial similitud con el capítulo histórico de la Contrarreforma Católica frente a la actual Reforma a la Salud en Colombia. Es decir la perpetuación del poder político. Con la salvedad que ya la disputa no es entre los reyes y papas por la acumulación de riquezas, territorio y poder. Sino en el caso colombiano, por la acumulación del capital económico y político que se deriva del negocio de la salud en todo el territorio nacional.

Quizá ya en poco tiempo después de escuchar el debate con sus diversas posturas, contradicciones, reclamos de la oposición y de los incrédulos o despistados ideológicos, podamos entender y comprender que toda reforma por muy sencilla que parezca, tiene como principio fundamental cambiar y modificar lo ya existente, pues su devenir ha demostrado la fragilidad e inconsistencia con la realidad. De lo contrario toda Contrarreforma a la Reforma, será simplemente legitimar y perpetuar un sistema o programa para el poder o beneficios de una minoría, que no está dispuesta a ceder su condición y naturaleza.